La Rosa de Rilke



El poeta alemán Rilke vivió un tiempo en París. En su trayecto a la universidad, todos los días, pasaba junto a una amiga francesa, por una calle muy frecuentada.

En una esquina de esta calle, estaba siempre una mujer que pedía limosna a los transeúntes. la mujer se sentaba siempre en el mismo lugar, inmóvil como una estatua, con la mano extendida y los ojos fijos en el piso. Rilke nunca le daba nada... mientras que su compañera solía darle alguna moneda.

Un día, la joven francesa, asombrada, le preguntó al poeta: ¿por qué nunca le das nada a esta pobrecilla?

Le tendríamos que regalar algo a su corazón, no solo a sus manos, respondió el poeta. Al día siguiente, Rilke llegó con una espléndida rosa, la puso en la mano de la mujer y se disponía a continuar el camino.

Entonces sucedió algo inesperado... la mujer alzó su vista, miró al poeta, se levantó como pudo del piso, tomo su mano y la besó... luego se fue, estrechando la rosa contra su cuerpo.

Durante una semana nadie la volvió a ver. Pero ocho días después, la mendigo apareció de nuevo sentada en la misma esquina, silenciosa e inmóvil como siempre.

"¿De qué habrá vivido todos estos días que no recibió nada?"-preguntó la joven francesa.
"de la rosa" contestó Rilke.


Por qué no hacer lo que te gusta hacer en la vida, siempre que no dañe a alguna otra alma y te reporte bien a ti y a todas aquellas almas por las que te preocupas? Aprende a hacer cada cosa a su debido tiempo, de la forma adecuada y sin grandes tensiones o esfuerzos. Los niños pequeños saben cómo disfrutar de la vida. Hazte como un niño pequeño que no tiene inhibiciones y aprende a disfrutar de la vida sin ninguna restricción, preocupación o inseguridad. No hagas siempre las cosas porque creas que han de hacerse o que tú las has de hacer. Cuando se hace algo de manera compulsiva, desaparecen el gozo y el placer. Aprende a hacerlo todo por el mero gusto de darte y por el mero gusto de vivir, y comprueba cuán diferente te resultará la vida.

Eileen Caddy

Entrevista a la abuela Maya



Esta entrevista fue hecha a una sabia señora llamada "LA ABUELA MAYA" por la periodista Ima Sanchez. Publicado en ' La Contra', diario La Vanguardia.

La Abuela Margarita, curandera y guardiana de la tradición maya, se crió con su bisabuela, que era curandera y milagrera. Practica y conoce los círculos de danza del sol, de la tierra, de la luna, y la búsqueda de visión. Pertenece al consejo de ancianos indígenas y se dedica a sembrar salud y conocimiento a cambio de la alegría que le produce hacerlo, porque para sustentarse sigue cultivando la tierra.

Cuando viaja en avión y las azafatas le dan un nuevo vaso de plástico, ella se aferra al primero: 'No joven, que esto va a parar a la Madre Tierra'. Rezuma sabiduría y poder, es algo que se percibe con nitidez. Sus rituales, como gritarle a la tierra el nombre del recién nacido para que reconozca y proteja su fruto, son explosiones de energía que hace bien al que lo presencia; y cuando te mira a los ojos y te dice que somos sagrados, algo profundo se agita.

Ella nos dice: 'Tengo 71 años. Nací en el campo, en el estado de Jalisco (México), y vivo en la montaña. Soy viuda, tengo dos hijas y dos nietos de mis hijas, pero tengo miles con los que he podido aprender el amor sin apego. Nuestro origen es la Madre Tierra y el Padre Sol. He venido a la Fira de la Terra para recordarles lo que hay dentro de cada uno.'

¿Dónde vamos tras esta vida?
¡Uy hija mía, al disfrute! La muerte no existe. Las muerte simplemente es dejar el cuerpo físico, si quieres.

¿Cómo que si quieres…?
Te lo puedes llevar. Mi bisabuela era chichimeca, me crié con ella hasta los 14 años, era una mujer prodigiosa, una curandera, mágica, milagrosa. Aprendí mucho de ella.

Ya se la ve a usted sabia, abuela.
El poder del cosmos, de la tierra y del gran espíritu está ahí para todos, basta tomarlo. Los curanderos valoramos y queremos mucho los cuatro elementos (fuego, agua, aire y tierra), los llamamos abuelos. La cuestión es que estaba una vez en España cuidando de un fuego, y nos pusimos a charlar.

¿Con quién?
Con el fuego. 'Yo estoy en ti', me dijo. 'Ya lo sé', respondí. 'Cuando decidas morir retornarás al espíritu, ¿por qué no te llevas el cuerpo?', dijo. '¿Cómo lo hago?', pregunté.

Interesante conversación.

Todo tu cuerpo está lleno de fuego y también de espíritu -me dijo-, ocupamos el cien por cien dentro de ti. El aire son tus maneras de pensar y ascienden si eres ligero. De agua tenemos más del 80%, que son los sentimientos y se evaporan. Y tierra somos menos del 20%, ¿qué te cuesta cargar con eso?'.

¿Y para qué quieres el cuerpo?
Pues para disfrutar, porque mantienes los cinco sentidos y ya no sufres apegos. Ahora mismo están aquí con nosotras los espíritus de mi marido y de mi hija.

Hola.
El muertito más reciente de mi familia es mi suegro, que se fue con más de 90 años. Tres meses antes de morir decidió el día. 'Si se me olvida -nos dijo-, me lo recuerdan'. Llegó el día y se lo recordamos. Se bañó, se puso ropa nueva y nos dijo: 'Ahora me voy a descansar'. Se tumbó en la cama y murió. Eso mismo le puedo contar de mi bisabuela, de mis padres, de mis tías…

Y usted, abuela, ¿cómo quiere morir?

Como mi maestro Martínez Paredes, un maya poderoso. Se fue a la montaña: 'Al anochecer vengan a por mi cuerpo'. Se le oyó cantar todo el día y cuando fueron a buscarle, la tierra estaba llena de pisaditas. Así quiero yo morirme, danzando y cantando. ¿Sabe lo que hizo mi papá?

¿Qué hizo?
Una semana antes de morir se fue a recoger sus pasos. Recorrió los lugares que amaba y a la gente que amaba y se dio el lujo de despedirse. La muerte no es muerte, es el miedo que tenemos al cambio. Mi hija me está diciendo: 'Habla de mí', así que le voy a hablar de ella.

Su hija, ¿también decidió morir?

Sí. Hay mucha juventud que no puede realizarse, y nadie quiere vivir sin sentido.

¿Qué merece la pena?
Cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti y tú entras en el otro y te haces uno. Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío. Debemos entender que somos seres sagrados, que la Tierra es nuestra Madre y el Sol nuestro Padre. Hasta hace bien poquito los huicholes no aceptaban escrituras de propiedad de la tierra. '¿Cómo voy a ser propietario de la Madre Tierra?', decían.

Aquí la tierra se explota, no se venera.
¡La felicidad es tan sencilla!, consiste en respetar lo que somos, y somos tierra, cosmos y gran espíritu. Y cuando hablamos de la madre tierra, también hablamos de la mujer que debe ocupar su lugar de educadora.

¿Cuál es la misión de la mujer?
Enseñar al hombre a amar. Cuando aprendan, tendrán otra manera de comportarse con la mujer y con la madre tierra. Debemos ver nuestro cuerpo como sagrado y saber que el sexo es un acto sagrado, esa es la manera de que sea dulce y nos llene de sentido. La vida llega a través de ese acto de amor. Si banalizas eso, ¿qué te queda? Devolverle el poder sagrado a la sexualidad cambia nuestra actitud ante la vida. Cuando la mente se une al corazón todo es posible. Yo quiero decirle algo a todo el mundo…

¿...?
Que pueden usar el poder del Gran Espíritu en el momento que quieran. Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos se hacen realidad. Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma. Y funciona.


Hay muchos creyentes que ruegan a Dios, y Dios no les concede.

Porque una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros.

Mientras no te empaches de ti mismo.
Debemos utilizar nuestra sombra, ser más ligeros, afinar las capacidades, entender. Entonces es fácil curar, tener telepatía y comunicarse con los otros, las plantas, los animales. Si decides vivir todas tus capacidades para hacer el bien, la vida es deleite.

¿Desde cuándo lo sabe?
Momentos antes de morir mi hija me dijo: 'Mamá, carga tu sagrada pipa, tienes que compartir tu sabiduría y vas a viajar mucho. No temas, yo te acompañaré'. Yo vi con mucho asombro como ella se incorporaba al cosmos. Experimenté que la muerte no existe. El horizonte se amplió y las percepciones perdieron los límites, por eso ahora puedo verla y escucharla, ¿lo cree posible?

Sí.
Mis antepasados nos dejaron a los abuelos la custodia del conocimiento: 'Llegará el día en que se volverá a compartir en círculos abiertos'. Creo que ese tiempo ha llegado...........!

Reconoce la presencia de la persona que amas


Cuando estás realmente presente, reconoces la presencia del otro. Estar presente es el primer paso que debes dar, y reconocer la presencia del otro, el segundo. Amar es ser, y ser amado es ser reconocido por la persona que amas. Si amas a alguien y sigues ignorando su presencia, significa que no le amas de verdad. Quizá tu intención no sea ignorarla, pero tu forma de actuar, de mirar y de hablar no manifiesta el deseo de reconocer la presencia de la persona que amas. Cuando alguien ama, deseas que esta persona reconozca tu presencia, lo cual es una práctica muy importante. Por eso has de hacer todo cuanto sea necesario para reconocer la presencia de la persona que amas varias veces al día.

Para conseguirlo también has de practicar la unidad del cuerpo y de la mente. Sé consciente de la respiración tres, cinco o siete veces y acércate luego a la persona que amas, mírala de manera consciente, esbozando una sonrisa, y pronuncia el mantra: "Cariño, sé que estás aquí y esto me hace muy feliz". Si practicas de esta forma, con mucha concentración y atención, verás que ella se abre de inmediato, como una flor. Ser amado es ser reconocido y tú puedes reconocer a tu pareja e hijos varias veces al día. No es en absoluto una práctica difícil y constituye una verdadera meditación.

Thich Nhat Hanh


Se me mostró una gran puerta muy pesada y
y difícil de abrir porque sus goznes estaban muy duros.
Entonces vi cómo se ponían unas gotitas de aceite
en los goznes y la puerta se iba abriendo
poco a poco hasta que al final el más ligero toque
con un solo dedo bastaba para abrirla.
Oí estas palabras:

Utiliza cada vez más el aceite del amor,
porque el amor es lo que hace ceder.
El amor siempre se abre paso.
Abre tu corazón y que el amor
fluya con libertad.

Eileen Caddy

Despiértate y vive!



Vive la vida plena y gloriosa que es tu verdadera herencia. No temas nada. Dentro de ti se encuentran toda la sabiduría, todo el poder, toda la fuerza y toda la comprensión. Arranca de ti las malas hierbas de la duda, el miedo y la incertidumbre para que no puedan estropear el hermoso jardín de tu interior más profundo, y para que de ese modo pueda crecer lo mejor con auténtica libertad y perfección. Libera todo lo que está en tu interior para que pueda reflejarse en el exterior; no puedes ocultarlo por mucho que lo intentes. Si hay caos y confusión en tu interior, se reflejará en el mundo externo mediante tu aspecto, a través de tu comportamiento, por medio de lo que hagas y de lo que te rodee. No puedes ocultar lo que hay en tu interior por mucho que lo intentes. Cuando tus pensamientos son muy elevados, la belleza y la perfección se reflejan en el exterior. Eres como un espejo que ha sido muy pulido; nada puede permanecer oculto.

Eileen Caddy

La Casa del Gozo

Para conectarnos con el ahora circular, lo más importante es antes que nada la intención. El lenguaje del ahora es el del gozo, es el presente, para eso Kryon nos sugiere que construyamos la casa del gozo.

CIMIENTOS. Para comenzar esta casa vamos a poner primero los cimientos, las fundaciones que son la base de la casa. Y los cimientos de esta casa son la autoestima de cada uno de nosotros. Y si no comienzas a valorarte y a respetarte es muy difícil que puedas construir esta casa. Hemos venido a este planeta de Libre albedrío como chispas divinas, somos realmente parte de Dios. Somos ángeles divinos que merecemos todo el amor del Universo. Así que el principio de la alegría, del gozo y de la felicidad es la autoestima.

PAREDES. Dentro de la metáfora de la casa, las paredes son las que van a sostener el resto de la casa, por ejemplo van a sostener el techo que nos dará abrigo, nos van a proteger de los elementos. Estos muros o paredes van a estar construidos con la palabra, con lo que verbalizamos. Esto significa que día a día vas a construir las paredes del gozo con lo que verbalices. Observa entonces lo que piensas y lo que dices. Pregúntate si los pensamientos y palabras que dices reflejan tu mas pura verdad e intención. Observa si tienes el hábito de la verbalización negativa. Por ejemplo cuando te enfrentas a una situación retadora dices: ¡Yo sabia que esto iba a pasar!. ¿Hablas cosas que sean criticas a ti y a los otros? ¿O tus palabras son de estímulo, de elevación y traen sanación y poder a ti y a los otros? Las paredes de la casa son muy importantes así que comienza a afinar tus palabras y tus pensamientos, para que tu casa del gozo se construya.
Materializa tu mundo con tus palabras.

CEMENTO. Normalmente el cemento en una construcción es el pegamento que une las partes y les da rigidez. El cemento se encuentra en todos lados, el las paredes , en el techo, va a estar en las ventanas , en las puertas, es lo que une las palabras que verbalizas, el techo que te da cobijo. Y el cemento de la casa del gozo es la risa. Es el humor!!!. Ustedes saben como se siente cuando se rien y si es a carcajadas mejor. Esta es una forma directa de conectarnos con lo espiritual, Dios no es serio, es juguetón, los Ángeles tampoco son serios, son bromistas y divertidos.

VENTANAS. De que están hechas las ventanas de esta casa tan especial. Dicen comúnmente que las ventanas son como los ojos, nos sirven para ver hacia fuera, hacia el mundo, también para ver en nuestro interior. La cualidad de las ventanas en la Casa del Gozo es la de la conexión con la Sabiduría. La Sabiduría que nos sirve para no reaccionar cuando nos acusan, la paciencia para no denigrar de nadie, que nos sirve para estar en estado de paciencia y paz, de poder transmitir esa energía de quietud y relajación. Porque es solo en un estado de sabiduría y paz interna donde puede prosperar el Gozo.

PUERTA. Esta es la última pieza que faltaba de la casa, una vez que ya la tenemos construida con auto estima, verbalización positiva, humor, Amor, Sabiduría, Paz, necesitamos una puerta de entrada a este espacio para experimentar como es estar allí dentro. Es el Intento la cualidad que abre la puerta de la Casa del Gozo. ¿Y cuál es el primer intento que se necesita hacer para traspasar el umbral a un espacio donde puedes reír, estar en paz, y en estado de gozo con tu eres? Es el intento mayor el de abrirse a que el AMOR entre a tu vida.
Te preguntaras si la casa no tiene techo, pues no, no lo tiene, el Gozo no tiene límite, la falta de techo en la casa del gozo es la metáfora de estar en comunicación directa con la Divinidad. En un flujo constante y gozoso con el poder divino.
Kryon (por Lee Carroll)
Mario Liani

Tomado de la canalización de Kryon sobre el Entramado Cósmico I.

Sobre el amor

Un grupo de profesionales le propuso a varios niños, con edades de 4 a 8 años, la pregunta ¿qué significa amor?, y las respuestas obtenidas fueron más amplias y profundas de lo que cualquiera pudo imaginar:

Amor es el primer sentimiento que hay antes de que todas las cosas malas
aparezcan.

Cuando mi abuelita empezó a padecer artritis no podía pintarse las uñas de
los pies; así que mi abuelito se las pintaba todo el tiempo aún cuando
empezó a padecer artritis en sus manos, eso es amor.

Cuando alguien te ama, la forma en que esa persona dice tu nombre es
diferente. Sabes que tu nombre está seguro en su boca

Amor es cuando una muchacha se pone perfume y un muchacho se pone colonia,
salen juntos y se huelen mutuamente.

El amor es cuando sales con alguien a comer y le das la mayoría de tus
papitas a la francesa sin hacer que esa otra persona te dé de las suyas.

Una vez mi hermana mayor enfermó, se le lleno todo su cuerpo de ronchitas,
y su novio venía todos los días a verla y no le daba miedo enfermarse, él la
acariciaba en las noches en su cama hasta que se dormía y luego se iba, eso
es amor.

Amor es lo que te hace sonreír cuando estás cansado.

Amor es cuando mi mamá hace café para mi papá y ella prueba un poquito
primero antes de dárselo, para estar segura de que sabe bien.

Amor es cuando besas todo el tiempo, luego te cansas de besar, pero aún
quieres estar junto a esa persona y entonces se hablan más.

Amor es cuando le dices a un muchacho que te gusta su camisa y él la usa
todos los días.

Amor es como una viejita y un viejito que aún son amigos aún después de
conocerse muy, pero muy bien.

Durante mi primer recital, yo estaba en el escenario muy asustada, miré a
toda la gente que me estaba viendo y vi a mi papá saludándome y sonriéndome;
él era el único haciendo eso y entonces ya no sentí miedo.

Mi mamá me ama más que nadie, nunca verás a nadie más besarme por las
noches antes de irme a dormir.

Amor es cuando mami le da a papi el pedazo de pollo más grande.

Amor es cuando mami ve a papi sudoroso y oloroso y aún así dice que es más guapo que Robert Redford.

Amor es cuando tu perrito te chupa la cara aún cuando lo has dejado todo el
día solo.

Yo sé que mi hermana mayor me ama porque ella me da toda su ropa que no usa
y después ella tiene que ir a comprar otra.



La cesta

Había una vez un hombre que estaba profundamente enamorado de una mujer. La veía pasar todos los días con una cesta de mimbre colgada el brazo. El sabía que ella le amaba tiernamente porque nunca le miraba a los ojos.
Un día, le pidió matrimonio y ella contestó que sí, pero le puso una sola condición: que nunca mirara dentro de la cesta de mimbre hasta que ella le diera permiso. Así se casaron y fueron muy felices. Pero el marido pronto olvidó su promesa y un día que ella había ido al mercado abrió la cesta. Asombrado, comenzó a reírse. Estaba vacía. Cuando ella llegó los ojos se le nublaron de lágrimas, de alguna manera supo que él había roto la promesa y le miró acusadora y llena de pena. El trató de defenderse: "Mujer loca, no había nada allí dentro", "¿Nada?", murmuró ella. "Nada", contestó él. Entonces ella dio la vuelta y empezó a andar hacia el sol poniente hasta que su imagen desapareció entre los rayos anaranjados. Nunca nadie la volvió a ver sobre la faz de la tierra. No, la mujer no se marchó porque él hubiera roto la promesa, sino porque al mirar en el interior no vio nada. Ella había llenado aquel cesto de cosas hermosas que había recolectado del cielo: polvo de estrellas, rayos de luna, colas de cometas... cosas destinadas a llenarles de felicidad. Cuando él miró y no pudo verlas, ella comprendió que ya no había nada que pudiera hacer y desapareció.

A mi madre le decían loca


A mi Madre le decían loca, pero no era loca, era profesora.
Hablaba diferente. Decía: "Los ojos sirven para escuchar". Yo tenía diez años de edad.
Un niño no comprende el lenguaje vertical y pensaba que quizá mi madre era loca.
Cierta vez me armé de valor y le pregunté: ¿Con qué miramos? Mi madre me respondió: "Con el corazón".
Cuando mi madre se levantaba de buen humor cantaba: " Hoy me he puesto mi vestido de veinte años".
Yo sabía que no tenía veinte años y la miraba, nada más. ¿Qué puede hacer un niño, sino escuchar?
Si mi madre estaba triste decía estar vestida de niebla. " Hoy tengo ochenta años" -dijo-, cuando desaprobé un curso. Al fin pude terminar la educación primaria. El día de la clausura llegó tarde. Se disculpó diciendo: "Hijito, me demoré porque estuve buscando mi vestido de Primera Comunión, ¿No ves mi vestido de Primera Comunión?". Miré a mi madre y no estaba vestida de Primera Comunión. Después tuvo ese accidente fatal. Me llamó a su lado, cogió fuerte mis manos y dijo: "No tengas pena, la muerte no es para siempre".
Pensé: mi madre no se da cuenta de lo que habla. Si uno muere es para siempre. Era niño y no entendía sus palabras. Ahora tengo cincuenta años y recién comprendo sus enseñanzas. Sí, Madre. Podemos tener 20 años y al día siguiente ochenta. Todo depende de nuestro estado de ánimo. Los ojos sirven para escuchar porque debemos mirar con atención a quien nos habla. Para conocer la realidad esencial de una persona, tenemos que mirarla con el corazón. La muerte no es para siempre, sólo muere lo que se olvida y a mi madre la recuerdo porque la quiero. Ahora -en sueños platicamos- nos reímos de su método de enseñanza.
Aprendí a mirar con el corazón. Una noche me dijo: "He notado que te molestas si tus amigos te dicen loco y eso no está bien. Es natural que el hijo de una loca sea loco". Entonces -por primera vez- repliqué a mi madre y le dije: "Madre, te equivocas, no siempre el hijo de una loca tiene que ser loco; a veces es poeta".
Por eso puedo decir con orgullo: "A mi madre le decían loca, pero no era loca, era profesora. Me enseñó a descubrir la vida después de la muerte".

Max Dexter